El otoño en este lado de Europa está pletórico. La visita de mi madre y Juan fue la excusa perfecta para escaparme de las clases y ver algo del mundo real. Pero más tenía de mágico que de real los parques por los que paseamos. En el día de todos los santos, infinidad de familias salen a comer helados o canutos de nata entre los árboles, no hay un sólo columpio, los niños disfrutan más jugando con la hojarasca, los pavos reales o dando de comer a las ardillas. El Palacio sobre el Agua compite en nostalgia y ensoñación con las sombras siempre alargadas del norte, de ramas y troncos. Todo parece fuera de lugar, patos de caza despistados adentrándose en el bosque, las terrazas llenas a bajas temperaturas. En el día de los muertos la naturaleza late. La noche anterior, volviendo de Cracovia en tren, centenares de candelas de colores centelleaban en los cementerios a nuestro paso. El otoño en Polonia es un suave juego de claroscuros, luces de muerte, sombras de vida.
lunes, noviembre 07, 2005
Otoño
El otoño en este lado de Europa está pletórico. La visita de mi madre y Juan fue la excusa perfecta para escaparme de las clases y ver algo del mundo real. Pero más tenía de mágico que de real los parques por los que paseamos. En el día de todos los santos, infinidad de familias salen a comer helados o canutos de nata entre los árboles, no hay un sólo columpio, los niños disfrutan más jugando con la hojarasca, los pavos reales o dando de comer a las ardillas. El Palacio sobre el Agua compite en nostalgia y ensoñación con las sombras siempre alargadas del norte, de ramas y troncos. Todo parece fuera de lugar, patos de caza despistados adentrándose en el bosque, las terrazas llenas a bajas temperaturas. En el día de los muertos la naturaleza late. La noche anterior, volviendo de Cracovia en tren, centenares de candelas de colores centelleaban en los cementerios a nuestro paso. El otoño en Polonia es un suave juego de claroscuros, luces de muerte, sombras de vida.
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1 comentario:
Recuerdos a ese otoño.
Y a A.M., a quien algún día le encargaré el diseño de mi casa.
Al fin tengo un hogar, por cierto, a ver si lo conoces cuando vuelvas.
Un beso.
J.C.
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